Anahí Guelman, doctora en Educación de la Universidad de Buenos Aires, y Óscar Jara Holliday, Investigador del Centro de Estudios y Publicaciones de Alforja en CEP en Costa Rica, expusieron en el Taller de reflexión colectiva “Procesos revolucionarios y luchas educativas en América Latina y el Caribe. La educación popular y las luchas por la emancipación” sostenido el pasado jueves 7 de septiembre en la Sala Carlos Pantoja de la Casa Central de la Universidad.
La instancia enmarcada en la IV Escuela de Posgrado en Educación: “Educación, memoria y resistencias. A cincuenta años del golpe de estado en Chile”, reunió a los dos investigadores con una sala llena de estudiantes de posgrados de distintas escuelas y universidades latinoamericanas en torno a la consigna de estudio de Katerine Walsh y sus propios proyectos.
En concreto, la jornada desarrolló temas que relacionan el proceso educativo al ejercicio de memoria frente a los 50 años del golpe de estado en Chile, sumado a reflexiones de las ciencias de la educación a los procesos políticos y sociales latinoamericanos actuales.
Frente al trabajo desarrollado durante la semana de la Escuela y las distintas reflexiones, la Dra. Anahí Guelman de la Universidad de Buenos Aires sostuvo “No es suficiente con el trabajo curricular en las escuelas en torno a la memoria. En Argentina tenemos feriados para esto, pero aún así no alcanza…porque tenemos fuertes corrientes negacionistas. La diferencia [frente a estas corrientes negacionistas] es que en Chile está todo impune”, destacando su alarma por el crecimiento del discurso negacionista en los países vecinos.
“[Las dictaduras] cercenaron una mirada sobre la realidad de las personas e instalaron subjetividades basadas en autoritarismo, imposición y violencia; impidiendo la libre expresividad” afirmó Óscar Jara, frente a la manera en que las dictaduras militares han impactado las políticas educativas latinoamericanas. Añadiendo que “eso termina siendo incluso más grave que la violencia física, en la medida que no nos permiten ser personas… generan sustrato en donde es posible vivir en un país donde la sociedad esté regida por el autoritarismo, donde la gente ya no se indigne con eso”.
Finalmente, el investigador sociólogo y educador popular, recalcó los desafíos que tienen las escuelas latinoamericanas frente al trabajo de memoria, asegurando que “Debemos aprender de lo que hemos vivido. Si hablamos de educación, hablamos de aprendizajes y ellos vienen de la historia… Las escuelas tienen el desafío de estar más vinculadas a los territorios, a las sociedades, más allá de lo que pase en las aulas. Abiertas para que todo lo que se vive en la sociedad sea material de análisis y de estudio, no encerrarnos a discutir en cuatro paredes cosas que parecen muy alejadas a nuestra realidad” concluyó.